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sábado, 20 de abril de 2013

LETANÍA A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


 
 

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad

Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos  




Dios, Padre Celestial,  

Dios, Hijo, Redentor del mundo, Dios, Espíritu Santo,  

Trinidad Santa, un solo Dios,

 

ten piedad de nosotros 



Santa María,  

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las vírgenes

Madre de Cristo

Madre de la Divina Gracia

Madre purísima

Madre castísima

Madre y Virgen

Madre inmaculada

Madre amable

Madre admirable

Madre del buen consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Madre de misericordia

Virgen prudentísima

Virgen digna de veneración

Virgen digna de alabanza

Virgen poderosa

Virgen clemente

Virgen fiel

Ideal de santidad

Trono de sabiduría

Causa de nuestra alegría

Templo del Espíritu Santo

Templo de la gloria

Templo consagrado a Dios

Obra maestra del Amor

Gloria de la estirpe de David

Roca inexpugnable

Sagrario de la Santísima Trinidad

Arca de la Nueva Alianza

Puerta del cielo

Estrella de la mañana

Salud de los enfermos

Refugio de los pecadores

Consoladora de los afligidos

Auxilio de los cristianos

Reina de los ángeles

Reina de los patriarcas

Reina de los profetas

Reina de los apóstoles

Reina de los mártires

Reina de los verdaderos cristianos

Reina de las vírgenes

Reina de todos los santos

Reina concebida sin pecado original

Reina elevada al cielo

Reina del santísimo rosario

Reina de la paz  

 

ruega por nosotros  

 
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,

perdónanos, Señor.  

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,

escúchanos, Señor.  

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,

ten piedad de nosotros.  

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oración

Señor, Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a trabajar por la salvación del mundo, para que, de todas las naciones, se forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre. Por Cristo nuestro Señor.  Am

 

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